Thursday, September 1, 2011

Crítica: Super 8

¿Es “Super8” la gran decepción de la temporada? ¿Debe dejar el espectador de ser exigente con el cine actual debido a la sistemática baja calidad de la mayoría de las propuestas que nos llegan por parte de las Mayors?

“Super8”, es sin duda, una película que deja abiertas varias cuestiones en el espectador tras su visionado, sobre todo si éste, es exigente con la calidad del cine que le gusta saborear.

Tal vez, el gran problema que pueda tener el espectador al enfrentarse al visionado de la película, sea las altas expectativas que se han generado desde que el equipo, la idea y los diferentes planteamientos de llevar a cabo “Super8” se hicieron públicos.

Abrams es un magnífico publicista de todos los trabajos donde participa, ahora mismo, en concreto, me vienen a la cabeza las campañas de promoción de dos de sus proyectos, “Lost” (Perdidos) y “Monstruoso” (Matt Reeves, 2008), donde los postres, los teasers y los sucesivos trailers fueron creando una expectación pocas veces conseguida de una forma tan simple pero a la vez tan efectiva e inteligente.

Por supuesto “Super8” no iba a ser una excepción y menos tratándose de una producción de Steven Spielberg.

Por lo que las pistas en la página web de la película y los extraños videos que allí se nos mostraba al público, solo pudieron hacer crecer todavía más, si es que eso era posible, nuestras ya altas expectativas.

Parte de la controversia que ha levantado la película se puede reducir a una simple pregunta que el espectador debe plantearse antes de entrar en el patio de butacas, ¿Es “Super8” una película sobre extraterrestres o sobre un grupo de niños que intenta rodar su primera película? La respuesta es sencilla, “Super8” es ambas, pero enfocada con el prisma de la historia de unos niños/ preadolescentes, que verán su mundo tambalearse con la llegada de un ente de otro planeta.

Advierto que si “Super8” es visionada con la expectativa de ver buen cine de alienígenas, la decepción será mayúscula.

Entonces, nuestra opinión será que el final es un poco precipitado, que dejan bastantes cosas por explicar o que estas, están explicadas de forma algo atropellada y hasta chapucera…

El espectador ha de saber desde ya, que “Super8”, es una película familiar, donde lo más importante son los protagonistas y su historia.

“Super8” cuenta la historia de Joe, un amante de las maquetas, cuya madre falleció tiempo atrás y al que le cuesta mantener una buena relación con su padre. Al llegar la época estival, él y sus amigos pretender rodar una película de ciencia ficción donde la protagonista femenina, Alice, es la hija de la persona indirectamente responsable de la muerte de su madre. Poco a poco, las diferencias irán desapareciendo para dar paso a un primer amor, entre Alice y Joe.Un amor, que será puesto a prueba por la aparición de un extraterrestre en el pueblo en el que viven. No solo deberán hacer frente, todos juntos, a este ser de otro planeta, sino al ejército americano, deseoso de atrapar al extraño ser a cualquier precio.

“Super8”, es un proyecto levantado como un claro homenaje al cine ochenteno de Spielberg y es algo que consigue casi por completo. Pero Abrams no es Spielberg, nos guste o no y por muy bien que esté realizada la película que nos ocupa, cierto es, que Spielberg, habría mimado mucho más, ciertos momentos íntimos de la historia y eso al final se traduce en perdida de alma por parte de la historia.

La secuencia en la que el padre de Joe y el padre de Alice van a buscar juntos a sus hijos y mediante una simple conversación dan por cerrado su conflicto, es una secuencia que funciona, pero en manos de Spielberg, habría sido una de las secuencias más íntimas y posiblemente interesantes de la película. Es un momento esperado por el espectador, sabemos que ese momento ha de llegar tarde o temprano, pero está resuelto de forma correcta, que no satisfactoria.

Aunque debemos reconocer que la secuencia final, sin ser Spielberg el que la dirige, es íntima, hermosa y sublime.

Abrams conoce muy bien el cine de Spielberg y por ello, realiza un precioso homenaje a toda su obra como director, guionista y productor durante la década de los años 80 de forma admirable, sobre todo a “Encuentros en la tercera fase”, “ET” y “Los goonies”, piedras angulares sobre las que se levanta este proyecto.

Lo más destacable de “Super8”, más allá de comparaciones entre su director y su productor, es sin duda alguna el apartado de las interpretaciones, donde una joven Elle Fanning, hermana de Dakota Fanning, brilla especialmente por encima del resto del reparto. Tan buena es su interpretación, que la historia se resiente ligeramente durante todo el metraje en el que su personaje desaparece al ser secuestrada por el alien. Todos los críos están genial, especialmente, Joel Courtney, el protagonista, Riley Griffiths, director gruñón de la película rodada por los protagonistas y Ryan Lee, el personaje loco por la pirotecnia. Sus papeles están muy bien escritos y Abrams los ha sabido dirigir muy bien. Todos resultan creíbles, entrañables y humanos. Los adultos, como en todo el cine familiar de Spielberg de los ochenta, son algo distantes y no comprenden la realidad que rodea a sus hijos. Los malos son muy malos y los buenos, muy buenos.

En el apartado técnico cabe destacar el sonido, especialmente en los momentos más importantes de la película, como el descarrilamiento del tren y los diferentes momentos en los que se nos muestra al monstruo.

Los efectos especiales y visuales son de una calidad rara vez vista en pantalla, en ningún momento se tiene la sensación de estar viendo imágenes generadas por ordenador.

Mención aparte, merece sin duda alguna, Michael Giacchino, compositor de la banda sonora de la película. Giacchino no es John Williams, pero no lo necesita, ha sabido crear una hermosa paleta de íntimas canciones acorde con una historia como la de “Super8”.

Una vez acabada la película, el espectador deberá ser paciente y permanecer en la butaca si quiere visionar el fantástico cortometraje de ciencia ficción “El caso”, llevado a cabo supuestamente por los protagonistas de “Super8”. Muy divertido y que sin duda, se disfrutará mucho más si se ve después de la película de Abrams y no por separado. Conocer a los personajes ayudará a que nos parezca más entrañable.

En un verano donde la calidad de los Blockbusters estrenados, es alarmantemente baja, “Super8” plantea junto con “El origen del planeta de los simios”, las únicas propuestas de calidad e interés de cara al espectador exigente, aunque “Super8” gana claramente la partida a esta última.

“Super8” provocará un sinfín de sentimientos en un espectador cinéfilo, pero en el que estas líneas escribe, planteó una duda bastante pesimista ¿En que momento el cine comercial de calidad, lleno de alma, como el aquí homenajeado, dejó de existir y dio paso al cine ultra comercial con aroma a refrito que azota nuestras carteleras actualmente?

Lo mejor: Sin duda, los niños, la banda sonora y todos aquellos momentos 100% Abrams, como el descarrilamiento del tren militar donde se encuentra el alien, sencillamente impresionante. Pues son todos esos momentos, donde el director se encuentra como pez en el agua.

Lo peor: A pesar de emular de forma ejemplar a Spielberg, Abrams peca de simplista y efectista en algunos momentos cruciales de la trama personal de ciertos personajes.

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