El director de cine Edgar Wright debutó en el largometraje con la genial ‘Zombies Party’ (‘Shaun of the Dead’, 2004), una magnífica muestra de cómo se debe realizar una comedia inteligente en la cual una horda de “zombies” estropeaba un poco más la ya estropeada vida de nuestro vago protagonista. Sin duda alguna una de las mejores películas de “zombies” jamás filmadas. Delante de las cámaras contaba con su amigo –y espléndido actor- Simon Pegg, (para el que suscribe, el mejor actor de comedia de las últimas décadas).
Tres años después Wright y Pegg volvieron a unir fuerzas y una vez más acertaron de pleno con la excelente ‘Arma Fatal’ (‘Hot Fuzz’, 2007), esta vez, la mira telescópica de Wright se dirigía hacia las cintas de acción, aunque al contrario de lo que muchos piensan no era una parodia de las denominadas “buddy movies”, sino más bien una comedia con excelentes secuencias de acción. En esta ocasión el director contó nuevamente con su hombre de confianza (hablo claro está de Simon Pegg) para el papel protagonista, engrandeciendo así un currículum que ya se intuía formidable.
Nuevamente el director inglés vuelve a la carga con otra comedia que ya se ha convertido en una de las sensaciones de la temporada, -no en taquilla, pero sí en la red y en los circuitos cerrados, de hecho la cinta ya se ha convertido en película de culto-, demostrando así que Edgar Wright no es flor de un día y que sus dos primeras obras no fueron fruto de un golpe de suerte.
Lo que encontramos en la hasta el momento última cinta de Wright es una comunión perfecta de los tres medios con los que se cuenta actualmente para “educar” a la juventud de hoy día, esto es: cine, videojuegos y cómics.
Si la cinta estuviera basada en un videojuego, estaríamos hablando de la que posiblemente fuera la mejor adaptación realizada de un videojuego, -está basada en la novela gráfica Scott Pilgrim del historietista canadiense Bryan Lee O’Malley-, y es que la película propone un juego en toda regla: con su protagonista luchando (debe derrotar a los siete ex novios de la chica a la que quiere conquistar) y pasando de nivel mientras va recogiendo vidas extras, monedas, armas...
La película es una gozada para el aficionado a este tipo de productos, un disfrute que no debe obviarse por el mero hecho de ser una comedia romántica “teenager”. Además, cuenta con soluciones formales extraordinarias, divertidas y originales, y es un deleite visual de primera línea.
En resumen, ‘Scott Pilgrim contra el mundo’ (‘Scott Pilgrim vs. The World’, 2010) es una película que ningún fan del género debe perderse, repleta de acción, humor y amor, y que si hubiese estado protagonizada por el grandísimo Simon Pegg estaríamos hablando de algo muy pero que muy grande. Una nueva muestra de que Edgar Wright es uno de los más interesantes cineastas del momento.
En una frase: Zombies Party + Arma Fatal + la novela gráfica de Scott Pilgrim.
Lo que más me ha gustado: los combates.
Lo que menos me ha gustado: que no la protagonice Simon Pegg.
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